12 APRENDIZAJES TRANSFORMADORES DEL 2020
Nos despedimos del 2020. Sin lugar a dudas será un año que recordaremos, porque no se ha presentado fácil y nos ha puesto a prueba en muchos aspectos de la vida. Desde La Colectiva no queríamos pasarlo por alto, por lo que lanzamos la idea de hacer un artículo recogiendo vivencias y aprendizajes que nos llevamos de este año. Gracias a quienes nos habéis escrito compartiendo vuestras aportaciones para este artículo colectivo.
Aunque es cierto que existen factores sociales y económicos que han favorecido o dificultado hacer frente a esta situación inesperada, de algún modo la pandemia nos ha igualado a toda la humanidad. A finales del año pasado lo que nos parecía una broma surrealista que sucedía en otra parte del mundo, en cuestión de unos meses nos ha tocado vivirlo en nuestra propia piel. ¿Nos ayudará esta experiencia para que asimilar colectivamente la conciencia y el sentido de igualdad?
A quién más, a quién menos, este año nos ha puesto a prueba psicológica y emocionalmente, dos aspectos de nuestra salud que no solíamos atender en el día a día. Nos hemos encontrado con nuevos problemas, ante lo que hemos tenido que encontrar nuevas respuestas. Nos ha tocado plantearnos preguntas para distinguir entre lo esencial y lo no esencial, entre lo importante y lo no importante. Nos ha tocado enfrentarnos cada día con la incertidumbre, los planes a largo plazo han perdido protagonismo y lo ha ganado el momento presente.
Que en el 2021 sepamos valorar cada instante y que cuidemos nuestra salud emocional y de las personas que nos rodean.
También ha sido un año en el que mucha gente se ha visto obligada a detener su actividad económica, los ingresos se han visto reducidos en muchas famialis, los ERTEs han estado al orden del día y varias PyMes han visto tambalear su trabajo. Tanto a nivel personal como en las pequeñas empresas, la economía se ha resentido, lo que nos ha hecho poner el foco en qué hacemos con el dinero. Hemos descubierto cómo esta situación nos ha movido hacia una misma dirección buscando el bien común.
Que en el 2021 seamos conscientes de a dónde va nuestro dinero, que nuestra economía esté movida por la solidaridad y hacia proyectos que respeten los derechos humanos.
Todo lo vivido también nos ha hecho replantearnos muchas creencias, al ver como todo lo que considerábamos verdad absoluta se desmoronaba. Un sistema que pone el foco en el modelo empresarial multinacional como el único posible, se ha visto cuestionado. La situación de emergencia por el coronavirus, ha cambiado el foco hacia remarcando el valor de las actividades esenciales (aquellas que ayudan a preservar la vida); la una sanidad pública de calidad con condiciones dignas para sus profesionales, las labores de cuidados que mayormente recaen sobre las mujeres, el sector de la alimentación en el que la mayoría de quienes trabajan la tierra vienen de otros países y lo hacen en condiciones deshumanizadas.
Que en el 2021 pongamos lo cuidados en el centro de la vida, que valoremos y reconozcamos la labor de cuidados en lo hogares y en la vida pública. Que defendamos la sanidad pública y condiciones dignas de sus profesionales.
El confinamiento ha puesto sobre relieve cómo llevamos las relaciones con las personas que convivimos. Se han puesto en evidencia problemas en las relaciones que antes con el quehacer cotidiano se trataba de ocultar. No podemos olvidar a las mujeres que les ha tocado pasar el confinamiento con sus maltratadores, ni a las 84 mujeres asesinadas en este año. Por otra parte, muchas familias han tenido que pasarlo separadas y se han dado cuenta de la importancia de compartir más tiempo.
Que en el 2021 el buen trato y la corresponsabilidad estén presentes en cada hogar. Que alcemos nuestra voz por las voces de mujeres que han sido silenciadas. Que continuemos defendiendo la vida.
Si personalmente este año no nos ha dejado indiferentes, en una relación de pareja todo lo vivido también ha afectado. Varias parejas han marcado un antes y un después en su relación: algunas han decidido consolidarla más, otras han dado el paso de finalizarla, otras han tenido una crisis que les ha hecho valorar en qué punto están, otras han empezado. También podemos destacar en este año el mayor uso de las aplicaciones para conocer personas, las formas de ligar también han cambiado por las circunstancias.
Que en el 2021 aprendamos que nos merecemos un amor sano. Que tanto hombres como mujeres sigamos cuestionándonos y construyendo bases para un amor basado en el respeto mutuo.
El confinamiento, también nos ha obligado a frenar el ritmo acelerado. Al detener el ritmo, hemos realizado actividades que requieren hacerse a fuego lento, los cuidados: nuestra alimentación, nuestro salud física y emocional, nuestros vínculos… Pudimos constatar un boom de nuevas rutinas que se fueron incorporando durante el periodo de encierro: hacer ejercicio en casa, probar nuevas recetas, realizar una actividad nueva, hacer meditación… Resulta curioso que cuando tenemos tiempo, lo dedicamos a actividades que influyen positivamente a nuestra salud.
Que en el 2021 empecemos a instaurar hábitos más saludables en nuestro día a día y continuemos defendiendo el derecho a la salud de las personas más vulnerables.
Cada persona ha vivido este año desde su propia experiencia, hemos visto reacciones de pánico absoluto a la cercanía de otra persona hasta el pasotismo total. Por suerte, entre esas dos alternativas hay una mayoría de personas que han tenido presentes los sentimientos de quiénes tiene en frente. Nos ha tocado dialogar abiertamente sobre cómo nos sentimos ante la situación: “Yo prefiero vernos menos de cinco personas”, “yo prefiero que sea en un lugar abierto”, “A mí lo que me importa es vernos en persona”, “yo prefiero saludarnos con el codo”, “yo tengo ganas de daros abrazos”… y un sin fin de posibilidades. Nos ha tocado realizar acuerdos para tener en cuenta todos los sentimientos y opiniones.
Que en el 2021 sigamos relacionándonos respetando los diversos sentires, que el diálogo sea la vía de comunicación para que un punto de vista no se imponga sobre otros.
Uno de los principales temas que nos ha acompañado este año es la muerte y su proceso de duelo. El foco se ha puesto sobre todo en la tercera edad y nos ha cuestionado sobre cómo estamos cuidando de las personas mayores. El duelo si de por sí es difícil, este año ha tenido un tinte más duro debido a la dificultad de acompañar personalmente.
Que en el 2021 dediquemos tiempo y cuidados a las personas mayores que viven en soledad, podemos aprender mucho de esa sabiduría que les da la experiencia a la vez que les brindamos compañía y cariño.
Los viajes, especialmente los de larga distancia, se han restringido considerablemente, e incluso los de corta distancia se han visto reducidos a lo estrictamente esencial. Quizás este año nos ha invitado a un viaje más hacia el interior. Al igual que los viajes nos ayudan a abrir la mente, este año, ese viaje más interno seguro que nos ha hecho ampliar nuestra mirada.
Que en el 2021, independientemente de la distancia de los trayectos que podamos realizar, abramos nuestro entendimiento reconociendo la diversidad de creencias, culturas, formas de vivir… que existen en el mundo. Que esta diversidad la vivamos como una oportunidad de enriquecimiento y que nunca más sean motivos de discriminación.
Por otra parte, el estudio a distancia y el teletrabajo son conceptos que ya conocíamos, pero este años, en muchas ocasiones, han sido la única opción para poder continuar el desarrollo profesional o de formación. Lo que nos lleva a constatar el mayor auge que está teniendo la tecnología y reflexionar sobre la brecha digital.
Que en el 2021 continuemos defendiendo condiciones laborales dignas y, si apostamos por el derecho universal de educación, habría que facilitar el acceso a internet a todas las familias.
Los movimientos sociales se han intentado criminalizar en numerosas ocasiones no sólo este año. Pero en del 2020 podemos destacar la cantidad de mensajes que se vertieron culpabilizando a la manifestación del 8M de la primera ola de contagios. Aún así, hemos constatado que los ideales que nos mueven para caminar hacia una sociedad más igualitaria se adaptan a las circunstancias, no han faltado ideas creativas por internet para continuar defendiendo los derechos humanos.
Que en el 2021 no permanezcamos impasibles ante una situación de injusticia. Que seamos capaces de contagiar con más fuerza que la propagación del coronavirus nuestro entusiasmo por la construcción de un mundo más humano y el bien común.
Mientras permanecíamos en nuestras casas, se hicieron virales imágenes de animales paseando por las ciudades, de ríos fluyendo limpios, del cielo claro sin contaminación… Esto nos puso en evidencia y nos invitó a reflexionar. En sólo dos meses de detener la actividad humana, la naturaleza volvió a renacer. Quizás haya sido la mayor explosión primaveral desde la revolución industrial.
Que en el 2021 no perdamos de vista el impacto que tienen nuestros actos en el medio ambiente, que cuando tengamos que comprar algo, desplazarnos a algún lugar… nos decidamos por aquella opción que menos dañe al planeta.
Gracias por acompañarnos durante este año. Nosotras mantenemos el compromiso de continuar nuestra labor y nos gustaría seguir contando contigo.
Luz Casasola